“El primer Picasso”

Con este título se inscribe la interesante exposición que se celebra en el “Museo de Belas Artes” de A Coruña, inaugurada el pasado mes de febrero con presencia de los Reyes de España y que gira en torno a la estancia de Pablo Ruiz Picasso en la ciudad herculina, en la que vi    vió y estudio desde 1891 hasta 1895.

Inauguración.Agencia EFE

La Asociación ADAYEUS, atenta como siempre a completar la formación cultural de sus socios,  gestionó una visita a la exposición pero fue tal la demanda que ha tenido que ampliarla a cuatro visitas más, para un total de  125 personas que, en grupos de 25, irán pasando por el Museo de Belas Artes en sucesivas semanas.

Un primer grupo acudió a la cita con el joven Picasso el pasado día 6, haciéndose  una foto de recuerdo antes de entrar al Museo, toda vez que en el interior no es posible utilizar la cámara.

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La visita. Nuestro encuentro con “El primer Picasso”

La exposición reúne cerca de 200 piezas, entre dibujos, pinturas, documentos y otras, de las que hay unas 80 originales, firmadas por Picasso, en su mayoría pertenecientes a la etapa coruñesa. Las obras se agrupan en diferentes salas según varias  temáticas.

La visita se inició en la planta baja del Museo,  referida al contexto coruñés de en que se desenvolvió la vida de Picasso. Entre las obras puede contemplarse un retrato de Eusebio da Guarda, prócer coruñés a quien se debe el edificio en que se ubicó el Instituto de Enseñanza y la Escuela Provincial de Bellas Artes, en cuyas aulas estudió y se formó Picasso. En la Escuela de Bellas Artes, daba clases de dibujo José Ruiz Blasco, padre de Picasso, motivo por el que se había desplazado a Coruña, junto con su esposa, María Picasso López, y los tres hijos de ambos, Dolores, Pablo y Concepción. Venían desde Málaga, después de hacer  una travesía en barco, de casi siete días, hasta el puerto de Vigo, y desde allí, por ferrocarril, a Santiago y de esta ciudad hasta Coruña en  un coche tirado por caballos conocido como “La  carrilana”.

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Recorrido temático. Vida académica de Picasso, inscripción en el Instituto para hacer secundaria, 1891, y en Bellas Artes, 1892. Se muestras varios modelos de yeso, restaurados, utilizados por él y algunos de sus dibujos. En el apartado “Bestiario”, pueden contemplarse  dibujos y pinturas sobre animales y  las palomas (influencia de su padre), motivo que no abandonaría el artista a lo largo de toda su obra. Sus Cuadernos de dibujo, muy creativos, mostrados al público en el soporte de unos paneles luminosos. Los periódicos manuales, “Coruña” y “Blanco y Azul”, ideados por Picasso, con dibujos y textos, a modo de crónicas locales de lo que llamaba su atención.

Primeras pinturas de Picasso (entonces firmaba como P. Ruiz). Se incluyen   paisajes, de pequeño formato, con motivos  de su entorno, Torre de Hércules, Playa del Orzán, etc. También escenas costumbristas.  Lo más llamativo, sin duda,  los retratos, entre los que destacan La niña de los pies descalzos y El hombre de la gorra, (que conservó toda su vida), perfil de su padre, José Ruiz, etc.

la niña de los pies descalzos. El hombre de la gorra.bis José Ruiz. IMG_8658

A sus 13 años Picasso era alumno destacado en la Escuela de Bellas Artes de Coruña. Expuso obras suyas en un comercio de la Calle Real coruñesa, y un periodista le dedica una critica en el diario La Voz de Galicia, que termina con estas palabras: “Continúe de esa manera y no dude que alcanzará días de gloria y un porvenir brillante”. ¡No se equivocó!

Pablo y su familia se encontraban a gusto en Coruña, José Ruiz Blasco se había introducido en círculos sociales e intelectuales, gozaban de la amistad del doctor Pérez Costales, quien siempre ayudo y apoyo a todos. Incluso, anecdóticamente, Pablo y su padre pudieron seguir su afición a los toros en las corridas que se celebraban en la plaza existente en la Ciudad y situada  próxima a su domicilio y que inspiraron a nuestro joven artista para hacer algunos dibujos taurinos que se conservan. La afición a los toros fue otra constante en la vida de Picasso que no se vio interrumpida durante su estancia en Coruña.

Pero hay acontecimientos  que marcan e inducen al cambio en el destino de las personas. Un triste hecho luctuoso dio un duro golpe a la familia. Concepción Ruiz Picasso, Conchita, la hermana pequeña de Pablo, murió de difteria en 1895, cuando contaba tan solo 7 años.

La familia no superó este trance y José Ruiz Blasco solicitó plaza en Barcelona, que supuso intercambio con otro profesor que vino a sustituirle en el puesto que dejaba vacante en Coruña. Conchita fue enterrada  en el cementerio coruñés de San Amaro, en la calle Orillamar (donde está también casualmente la nueva Escuela de Bellas Artes «Pablo Picasso»),  cerca de la Torre de Hércules.  Este es el final triste de un recorrido sobre la vida de Picasso y su familia en la Ciudad.

Isabel Grandal

Socia de ADAYEUS

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