Camino Francés Palas de Reí – Melide.
Llegamos a Palas y nos repartimos por las distintas cafeterías. Recordar (dice José Antonio) “que todo el mundo sea puntual” “a las 10;15 todos delante del autobús”, como un reloj a la hora acordada estábamos reunidos y comenzamos a caminar girando a la izquierda del Concello por la travesía del Peregrino empedrada de piedra y a pocos metros cruzamos el rio Roxán, seguimos caminando debajo de una bóveda formada por los árboles (no sabíamos todavía que casi toda la etapa iba a ser así) y a esto se unió que era un camino suave sin cuestas apenas, con suaves subidas y bajadas.
A nuestra espalda dejamos un precioso lugar, un molino reconvertido en casa rural en medio de la naturaleza y el rio cercano. Sólo dos compañeros pudieron verlo por suerte y a ellos les agradecemos las fotos que hicieron de su interior y de su entorno. Son rápidos y podían permitirse el lujo de perder unos minutos, pronto nos alcanzaron, a los de la cola claro.
Cruzamos la parroquia de San Sebastián de Carballal y poco después vimos el ábside de San Xulian del Camiño, iglesia románica del siglo XII. Seguimos bajando por una corredoira hasta el
río Pambre y llegamos a Ponte Campaña. Desde allí seguimos por un bosque difícil de describir entre árboles, rocas y ramas retorcidas.
Bajamos hasta cruzar el rego do Vilar, en Porto de Bois y ya subiendo hasta Campanilla que es la última población lucense en el Camino, entramos en la provincia de A Coruña y llegamos a Leboreiro, en la antigüedad se le conocía como campo de liebres, pero debía ser en la antigüedad, no vimos ninguna.